- Análisis
- Noticias Comerciales
- Quién se Beneficia de las Guerras Comerciales. Quién Pagará los Aranceles.
Quién se Beneficia de las Guerras Comerciales. Quién Pagará los Aranceles.

El presidente Trump ha vuelto con más aranceles, y los economistas advierten: prepárense para pagar más. Sus recientes anuncios implican que los impuestos sobre los productos procedentes de Canadá, México, China, e incluso sobre el acero, el aluminio y los automóviles, están a punto de subir. Este no es un experimento nuevo. Vimos cómo se desarrollaba en 2018, y los resultados no fueron los que esperaba la administración.
La Idea vs. La Realidad
La idea detrás de los aranceles es sencilla: encarecer los productos importados para animar a la gente a comprar productos fabricados en Estados Unidos. Según la administración, esto impulsará las industrias estadounidenses y castigará a las empresas extranjeras por prácticas comerciales desleales.
- Los aranceles pueden proporcionar una protección temporal a las industrias nacionales que se enfrentan a una intensa competencia extranjera. Esto les da tiempo para adaptarse, modernizarse o recuperar su competitividad. Por ejemplo, si una industria siderúrgica nacional atraviesa dificultades debido a una competencia extranjera fuertemente subsidiada, los aranceles podrían ofrecerle una oportunidad para recuperarse.
- Los aranceles generan ingresos para el gobierno. Estos ingresos pueden utilizarse para financiar diversos programas gubernamentales o reducir la deuda nacional.
- La amenaza de aranceles puede utilizarse como moneda de cambio en las negociaciones comerciales. Puede presionar a otros países para que aborden las prácticas comerciales desleales o abran sus mercados a los productos estadounidenses.
- Los aranceles pueden incentivar a las empresas a trasladar las instalaciones de producción a Estados Unidos. Esto podría crear puestos de trabajo nacionales y reforzar las cadenas de suministro nacionales.
Pero la realidad es mucho más compleja.
¿Quién Paga Realmente?
Cuando Estados Unidos impone un arancel a las importaciones, las empresas estadounidenses pagan el impuesto. Pero ¿quién sufre realmente el impacto? Los economistas han descubierto que, en el pasado, las empresas extranjeras a veces bajaban ligeramente sus precios para repartir la carga. Sin embargo, estudios recientes sobre los aranceles de Trump de 2018 muestran algo diferente: casi todo el coste adicional se trasladó directamente a las empresas y los consumidores estadounidenses.
Números Duros, Dura Realidad
Piense en ello
- Precios Más Altos: Estudios revelaron que los aranceles sobre productos como lavadoras y paneles solares provocaron aumentos significativos de precios para los compradores estadounidenses. Incluso productos no directamente afectados, como las secadoras, experimentaron aumentos de precios.
- Grandes Pérdidas: Los economistas estiman que los aranceles de 2018-2019 le costaron a la economía de EE. UU. la asombrosa cifra de 16 mil millones de dólares anuales. Es mucho dinero saliendo de los bolsillos estadounidenses.
- Acero y Aluminio: Los informes muestran que el precio del acero y el aluminio importados se disparó tras la imposición de aranceles. Esto se traduce en mayores costes para todo lo que se fabrique con esos materiales, desde automóviles hasta la construcción.
Por Qué Esta Vez Podría Ser Peor
Los nuevos aranceles de Trump afectan a una gama más amplia de productos. Esto significa que las empresas tendrán menos margen de maniobra para absorber los costes adicionales. No tendrán más remedio que subir los precios a los consumidores.
Inflación y la Fed
Si bien los aranceles no causan directamente una inflación generalizada, sí elevan el precio de bienes específicos. Si se encarecen suficientes productos, podría ralentizar la economía y potencialmente aumentar el desempleo. En ese caso, la Reserva Federal podría intervenir y tomar medidas que podrían aumentar la inflación.
En Resumen: Los Estadounidenses Pierden
La evidencia es clara: los aranceles implican precios más altos para los consumidores estadounidenses. No se trata de castigar a las empresas extranjeras, sino de que los estadounidenses paguen más por los bienes de consumo diario. Con la inflación ya siendo una gran preocupación, esto es lo último que necesitan los estadounidenses.
En términos simples, espere que sus dólares compren menos.